sábado, 25 de abril de 2009

TODO EMPEZO GRACIAS A EL


Empecé todo esto gracias a TAMA y a una noche oscura del alma que duró los años suficientes para poder descubrir y aprender.

Durante ese tiempo, la posibilidad de comunicación con el ser humano era imposible. Eso me llevó a otras formas de comunicación. Un día hablando con TAMA tuve la sensación que me contestaba, pero no con la voz sino con otra voz interior que nos conectaba al alma.

Lo cierto es que en ese momento tan vulnerable me asusté, además de no contárselo a nadie ya que en mi estado no era lo más adecuado.

TAMA respetó mi tiempo, aceptando mi miedo a volver a tener la experiencia y se mantuvo en silencio, se limitaba a escuchar.

Investigué lo necesario sin encontrar respuesta, en aquel momento no tenía un Google que me salvara.

Lo volví a intentar despacito, y con respeto por su parte habló poco, despacio y muy claro.

Esencias, esa fue su única palabra en 14 días. No entendía su mensaje hasta que un día me cayó en las manos un pequeño libro editado en Argentina, el cual desapareció una vez hecho su trabajo.

Me conectó con la posibilidad de entender la necesidad que tenían de ser tratados con esencias florales.

Pero comó.

Conocí a la persona adecuada en el momento adecuado, María Martínez, una “Maestra Floral” Gracias a ella pude empezar con una base sólida, el estudio de su aplicación en animales.

TAMA hizo de conejillo de indias, él sufría mi proceso, estábamos juntos las 24horas del día, y aunque era todavía un cachorro de 1 año, somatizaba conmigo toda mi actitud.

Empecé tratándolo con las mismas esencias que tomaba yo. Sorpresa!!!!,él mejoraba mucho más rápido que yo, con el tiempo descubrí la gran diferencia de filtro racionalista entre ambos.

El no se quería curar, simplemente se curaba.

Yo me quería curar.

Ellos se curan las heridas y nosotros no las queremos curar.

Esa es la diferencia, por eso TAMA mejoraba más rápido que yo porque no se hacía preguntas.

El mejoraba y yo mejoraba a través de él. Hasta que un día, igual que el libro, decidió que ya podía caminar sola y se marchó. No hubo despedida porque no la ha habido. El sigue a mi lado.

Y así he seguido compartiendo momentos con los cuatro patas, que me han enseñado a hablar con los de dos. Los que me han ayudado a entender a los animales del suelo.

Con Tama aprendí el camino de volver a reconectar con ese don olvidado.

Vinieron más maestros y maestras, además de los que me iba encontrando por el camino.

A todos ellos y los que vengan les dedico TAMA´S ESSENCES.

"Hasta que hayas amado a un animal, una parte de tu alma estará dormida".

Anatole France.